05/10/2023. Teatro Cervantes. Ciclo Singulares.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Daniel Pérez / TC
El asturiano Rodrigo Cuevas aterrizó en el Teatro Cervantes dentro del Ciclo Singulares para presentar su segundo álbum Manual de romería. El teatro convertido por una noche en club acogió una sesión ravera mezcla de fandango y electrónica.
Rodrigo Cuevas nació en Asturias y renació en Galicia. Tras una formación académica en piano y tuba, fueron las pandereteiras las que le convirtieron en lo que es hoy, uno de los mayores exponentes españoles de fusión de tradición y modernidad. Para Cuevas «la belleza que esconde la cultura de un pueblo está en su folclore». Hay que fijarse en lo pequeño, en la microtoponimia, nos recomendó sobre el escenario. Nada más triste que un monte o una vaguada sin nombre. Piensa global, actúa local llevado a su música.
Manual de Romería, acababa de publicarse y el asturiano se regocijaba de que ya sus fans podrían tararear mejor sus melodías y sus letras en castellano, gallego y bable durante los directos. Sin embargo, no hace falta conocer sus canciones previamente para gozarlas en vivo. El show de Cuevas es frenético. Recorrió el escenario y el patio de punta a punta. Ya desde el inicio cuando un grave atronador advertía de su presencia inminente en el escenario, Rodrigo hizo un giro de guión y nos sorprendió apareciendo por el pasillo de butacas abanico en mano. Toda una declaración de intenciones ya que el cantante busca la conexión constante y directa con el público. Un chascarrillo picante por aquí, una proclama social por allá y el respetable en el bolsillo.
Enfundado en un traje de elegante negro, transparencias y brillibrilli y sobre sus madreñas, Cuevas desgranó prácticamente por completo su nuevo álbum. Bypa sirvió para carburar el motor y presentarnos a la banda. Detrás de unos mostradores de neón encontramos a Tino Cuesta, Juanjo Díaz, Ruben Bada y Mapi Quintana a los mandos de percusiones, panderos varios, sintetizadores, guitarras y castañuelas.
El canto a la tierra de Allá arribita precedió a Valse, tema que amablemente cedió para la boda civil de la única pareja de prometidos que se destapó entre el público.
Tiene por costumbre Rodrigo entonar una canción local allá donde lleva su directo, y fue así como con la ayuda inestimable de la voz de Quintana improvisaron unas malagueñas 
joteras. Cómo ye?! levantó de sus asientos al público que llenaba el teatro, justo después de que le encogiera el corazón con Dime, ramo verde y su canto de denuncia al acoso. Las recomendaciones para soportar la resaca de Matinada acercaba el final de fiesta en el que el rugir de las motos marcó el inicio de Romería.
Había ganas de más y el público en pie obligó a Rodrigo Cuevas a salir de camerinos para arrancarle algunos cantes de la tierra malagueña. Un lujo de cierre improvisado. Y es que ya se sabe, las mejores son las fiestas que no se planean.
Rodrigo Cuevas intérprete, voz y percusión
Mapi Quintana voz, contrabajo y vocoder
Rubén Bada guitarra eléctrica, guitarra clásica y voz
Juanjo Díaz percusiones
Tino Cuesta teclados y coros
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